Tenerife alimenta su hambre de élite y la Liga Endesa gana un nuevo derbi colmado de pasión
sábado, 22 septiembre, 2012 - 08:09La VI Copa Toyota, cita estelar de la pretemporada canaria, ha despertado las sensaciones de lo que promete ser uno de los grandes acontecimientos de la Liga Endesa 2012/13: el doble derbi entre el Iberostar Tenerife y el Herbalife Gran Canaria. La eliminatoria amistosa a doble partido entre tinerfeños y grancanarios ha reeditado uno de los clásicos más esperados del deporte canario y ha adelantado las pautas de una doble cita que vivirá sus dos capítulos oficiales el primer fin de semana de noviembre y el primero de marzo, coincidiendo con la 6ª y 23ª jornada de liga.
Había hambre de élite entre el canarismo, tras 21 años de dura travesía por el desierto y así quedó de manifiesto con el ambientazo que deparó este viernes noche el partido de vuelta de la Copa Toyota. Igual que ocurriera nueve días atrás en la ida, cuando un CID prácticamente lleno le daba la bienvenida al derbi más esperado, el Pabellón Insular de Tenerife Santiago Martín respondió también anoche con otro entradón y un ambientazo en la grada para darle carpetazo a la Copa Toyota, el mejor ensayo general de ambos equipos camino de su debut liguero y el mejor prólogo para lo que está por venir con el arranque la Liga Endesa 2012/13.
El recinto de Los Majuelos, también casi lleno hasta la bandera, rescató las sensaciones de un derbi que nació allá por finales de los años sesenta y principio de los setenta, cuando el Iberostar Tenerife competía en la entrañable cancha Anchieta y cuando el Granca vivía sus primeros años de vida bajo el paraguas del Claret, embrión del actual Herbalife. Ambos equipos protagonizaron un sinfín de duelos que luego se prolongarían con el paso de los años y cuya única coincidencia en la élite tenía lugar en la temporada 89/90, con cuatro derbis ligueros de por medio y dos triunfos por bando.
A falta de que el destino volviera a unir ambos caminos en la misma categoría, aurinegros y amarillos siguieron midiéndose en citas sobre todo de pretemporada, pese a ser inquilinos de categorías diferentes, hasta que el reciente ascenso de los tinerfeños ha rescatado por fin ese doble derbi en la élite que tanto ansiaban las dos aficiones. El ejemplo de la Copa Toyota ha sido solo un botón de muestra de lo que está por venir: dos citas a vivir con intensidad, emotividad y señorío, mucho señorío, el que desprende la sana rivalidad regional de dos equipos que anoche acabaron una calurosa y pasional velada posando juntos por una misma pasión: el baloncesto.
-- Foto de portada cedida por La Opinión de Tenerife