¡Carpe diem!
jueves, 6 febrero, 2014 - 07:02
El Iberostar Tenerife regresa este viernes a una fase final de la Copa del Rey más de un cuarto de siglo después para medirse al potente FC Barcelona (20:30 hora insular, TV Canaria) en los cuartos de final de un certamen consolidado como el evento más mediático y atractivo del baloncesto español. Un premio extra a la brillante primera vuelta de los aurinegros que afrontan la cita copera sin nada que perder y con el objetivo de elevar lo más alto posible el techo de su irreverencia para intentar la hombrada ante uno de los trasatlánticos por excelencia del basket europeo.
El conjunto insular se tropezará con uno de sus muros históricamente inaccesibles (nunca ganó a los azulgrana en ninguno de los 15 antecedentes oficiales entre ambos clubes), pero con el firme propósito de competir al máximo ante un equipo, el de Xavi Pascual, que ha ido afilando el diente en las últimas fechas para llegar a Málaga en el mejor momento de su temporada. Titubeante de manera puntual en los albores de la liga, los culés han despejado cualquier duda sobre su potencial tan pronto han olido de cerca el primer título en litigio del curso.
El Barça llega a la Copa del Rey tras un arranque inmaculado en el Top 16 de la Euroliga (5/0), incluidas varias victorias de muchísimo prestigio, como las conseguidas en Atenas ante el campeón continental Olympiakos (72-81), más recientemente (el viernes pasado) ante Panatinaikos (56-63) o contra el Fenerbache de Zelko Obradovic en Estambul (73-76). Eso, amén de haberse impuesto en seis de sus nueve últimos encuentros de la Liga Endesa, progresión discutida eso sí el domingo pasado por otro equipazo, el Valencia Basket (95-93 para los de Perasovic en La Fonteta).
Los catalanes han metido ya de lleno en su engranaje a Oleson y Lorbek, lesionados en buena parte del inicio de la temporada; al tiempo que siguen explotando una de las barajas de interiores más poderosas de Europa (Tomic, Dorsey, Todorovic…), al son de la magia de Navarro y Huertas, la versatilidad de Nachbar, el talento de Papanikolau y Abrines y los mil y un argumentos de una plantilla diseñada para pelear por todos los títulos. Aún así, el Iberostar Tenerife intentará apelar a su filosofía más rebelde, esa en la que no conoce de imposibles sea cual sea la adversidad, para aprovechar el momento, disfrutar de una merecida clasificación para este torneo y buscar la campanada.