Retazos de otras Copas
domingo, 29 enero, 2012 - 08:01La historia copera del CB Canarias guarda muchos paralelismos con su caminar en las categorías nacionales. Costó un mundo y un buen puñado de promociones fallidas abandonar el anonimato de las ligas regionales para acceder a la élite. Lógico por otra parte tratándose de un club humilde, fundado en 1939, que fue creciendo con el paso de las décadas amparado en el sudor y sacrificio de jugadores, técnicos y directivos vocacionales.
El equipo canarista tardó 36 años desde su nacimiento en hacerse un hueco en las ligas de ámbito nacional (hasta la temporada 75-76 no ascendió a la entonces llamada División de Honor) para luego convertirse en uno de los fundadores de la ACB y disfrutar de su época gloriosa durante los años ochenta, clasificación para la Korac incluida y dos sextos puestos consecutivos en la máxima categoría.
El mismo guión puede aplicarse al historial copero de un club, el aurinegro, que tuvo una fugaz aparición en la Copa del Generalísimo del curso 67-68 para luego frecuentar hasta en seis eliminatorias la Copa del Rey, coincidiendo con su etapa dorada de los citados ochenta, caer en el conocido declive de los noventa, sufrir las secuelas de una fusión fallida y renacer de nuevo en las competiciones nacionales, para saborear hace un lustro su última comparecencia copera, en 2007, entonces en la Copa LEB II, último precedente de esta índole antes de la Copa del Príncipe del martes.
Fueron pues generaciones muy diferentes las que defendieron la casaca canarista en este tipo de torneos. Mil y una batallas después, los ex jugadores Carmelo Cruz y Juan Méndez rememoran las primeras participaciones coperas del conjunto tinerfeño. Son retazos en sepia, blanco y negro y color con un par de excusas comunes de fondo: la Copa y el CB Canarias. El primero, todavía en una envidiable forma pese a sus 66 años, fue de los pioneros.
El debut copero
Ocurrió en abril del 68, pocas semanas después del asesinato de Luther King, con el triunfo de Massiel en Eurovisión aún reciente pocos días antes en el Royal Albert Hall de Londres y a pocos días también de que estallara el mayo del 68 en París en plena convulsión de la Vieja Europa. Carambolas del destino, el Canarias afrontaba su debut copero inmiscuyéndose en la entonces hegemonía insular del RC Náutico.
Con el equipo de la Marea en División de Honor y jugándose en las mismas fechas la salvación en una promoción contra el Canoe, el equipo aurinegro quedaba emparejado con el potente Kas Vitoria, subcampeón de España el año anterior y plagado de internacionales. Cruz, ex plusmarquista insular de triple salto y becado incluso en su juventud en la Residencia Blume de Madrid, recuerda la eliminatoria como un "desafío desigual".
"Nosotros", apunta, "aún éramos un equipo de Regionales y el Kas tenía un equipazo. Recuerdo que viajamos de Madrid a Vitoria en un interminable trayecto por carretera que entonces duraba más de seis horas. A mí me tocó marcar a Moncho Monsalve e hicimos lo que pudimos. Fue una experiencia muy bonita de la que todos aprendimos mucho", asegura Carmelo, todavía en activo con el Juventud Laguna de la Liga de Veteranos.
El Canarias cayó en la ida disputada en el Frontón vitoriano por un contundente 115-46 para luego perder en la vuelta, por 43-80. Eran los tiempos de la cancha Anchieta y de una apasionante Segunda División, categoría de ámbito autonómico, donde el Canarias competía contra equipos como el Disa Santa Cruz, el Hércules de Icod, el Hernán Imperio o el Metropole de un precoz talento llamado Carmelo Cabrera, a la postre figura del Real Madrid y del propio Canarias.
Casi tres lustros después, la hemeroteca registra la siguiente eliminatoria copera del equipo tinerfeño, en la temporada 81-82. Juan Méndez, que recién cumplía los 20 años, formaba parte de un equipo que aquel curso pasaba fugazmente por la máxima categoría del basket español y donde destacaba el estadounidense Larry McNeal, máximo anotador de la División de Honor aquella campaña.
Rivales de lujo
Méndez, uno de los muchos palmeros que Pepe Cabrera se trajo de la Isla Bonita, recuerda el cruce ante el Cotonificio. "Entonces, el Coto era uno de los equipos más potentes del basket español después del Madrid y el Barça. Me acuerdo de que tenían un plantel muy completo, con gente como Freixanet, Quim Costa o un joven Andrés Jiménez", apunta. Un 141-82 en la ida, celebrada en Badalona, y un 103-106 en el Luther King, desembocaron en la eliminación del Canarias, en octavos de final de la ya llamada Copa del Rey.
Hasta seis comparecencias coperas, las dos citadas y otras cuatro más, tardó el equipo tinerfeño en ganar su primera eliminatoria en el torneo del KO (la primera alegría llegó ante el Breogán en la campaña 90/91), pero el caso es que Cruz y Méndez, así como sus compañeros de generación, pusieron las primeras piedras del largo y sufrido historial copero del CB Canarias, ahora otra vez de actualidad por su inmediata disputa de la Copa del Príncipe, competición de menor rango que las anteriores pero con muchos atractivos de por medio, sobre todo por aquello de haber un título en juego.
-- Foto de portada: Juan Méndez y Carmelo Cruz posando en la vitrina de trofeos del Canarias, en el Juan Ríos Tejera.
NOTICIAS RELACIONADAS
- Iberostar lanza varias promociones especiales para abonados canaristas que se den de alta en su Spa del Mencey
- Tres jugadores del Iberostar Canarias 97, incluidos en la primera lista de la preselección insular infantil
- El Iberostar Canarias 98 acaba el Regional Preinfantil en un meritorio cuarto puesto